Anhelo
Es fácil, ridícula y absurdamente sencillo perder tus ojos en él. La vista no puede evitar recorrerlo y de igual forma tu mente no puede borrar lo que vio. Más que ser arrastrados tus ojos parecieran haber sido creados para observarlo, parecieran estar cumpliendo su misión, su instinto natural. “Instinto”, eso exactamente es lo que él despierta en ti, lo difícil es descifrar el instinto de ¿Qué? Era fácil enumerar los efectos que él puede producir en ti, y sin embargo el qué evocan exactamente no era una tarea tan sencilla. La silueta que dibujaba su espalda era lo único verdaderamente visible desde ese ángulo, esos hombros anchos con una curvatura que llamaba, te incitaba a recorrerla a mordiscos. Unas clavículas que si bien no puedes ver, sabes que estaban allí, que se alzaban, que se marcaban en su piel como si estuvieran hechas con un cincel, claras, nítidas. Con cada respiración parecían hacerte una invitación. Por otra parte su cuello era otra maravilla, ancho, definido, inh...