El verdadero vampiro

Detesto que la gente utilice la palabra "verdadero" como sinónimo de algo totalmente bueno, o de algo totalmente malo.

Las historias que la gente considera "de la vida real", en su mayoría tratan temas dramáticos, o vidas exageradamente miserables. Si la historia es muy feliz, es tratado como fantasía o ficción. El mundo y la conciencia colectiva aun no asumen que lo que es verdadero tiene muchos matices. Una historia no es verdadera por ser dramática, justa, mala o bondadosa, una historia es verdadera por el simple hecho de que lo es, de que sucedió y de que no podemos hacer nada para remediarlo.

La justicia y la injusticia, ambas existen y coexisten, una no debe calificarse como mejor que la otra, ni debe calificarse de buena o mala, eso lo hacemos por conveniencia. La justicia se imparte cuando nos hace bien, pero cuando nos perjudica lo llamamos injusticia. Ninguna es menos verdad que la anterior, simplemente somos los suficientemente egoístas como para calificar algo de acuerdo a nuestros deseos.


Muchas veces he oído hablar de justicia igualitaria, hermosa, fascinante, alucinante y embellecedora. A mi parecer podríamos llamarlo el "verdadero" vampiro, porque al igual que la figura vampírica, nos encanta, nos enamora, nos hace desearla, y del mismo modo que el vampiro resulta ser ficticia. Tú te enriqueces en muchos aspectos, de la desgracia de los demás, al igual que otros se enriquecen de la tuya. No todo lo que influye en nosotros y en los demás es bueno y hay que aprender a aceptarlo, abrazarlo, hacerlo tuyo, convivir con ese monstruo que todos llevamos dentro, y que si intentas suprimir, como muchos lo han intentado en el pasado, terminaras siendo devorado.

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